lunes, 5 de noviembre de 2018

Cómo se vive el primer reto Ethazi


Mi nombre es Victoria Fernández de Pinedo y soy estudiante de primer curso de Automatización y Robótica Industrial en CIFP Mendizabala LHII Seguimos el método #Ethazi, una forma de aprender diferente y que he podido poner en práctica a través de mi primer reto. Esta ha sido mi experiencia.


Después de dos semanas de clases en el centro, un profesor del taller de mecanizado entró en el aula y nos encargó nuestro primer proyecto; realizar una nueva instalación eléctrica en el taller de mecanizado. Nos describió con detalle las necesidades del taller así como todos los requisitos que debía cumplir el proyecto Cuando abandonó el aula, los profesores nos dieron las primeras directrices, formaron los equipos y nombraron a los responsables de cada grupo.
Instalación Eléctrica de un Taller de Mendizabala


Vídeo: Presentación del reto.

Me eligieron responsable de uno de los equipos, así que después de analizar todo el material recibido y analizar los objetivos que debíamos ir alcanzando, nos pusimos manos a la obra.


Imágenes: Taller de fabricación mecánica
Instalde, así llamamos a nuestra empresa. Diseñamos un logotipo, abrimos una cuenta en Twitter (https://twitter.com/instalde), firmamos un contrato, y comprometidos con el proyecto, empezamos a dar los primeros pasos. Visitas al taller, fotografías a los cuadros eléctricos, a las acometidas, a las máquinas… Investigación, recopilación de datos y búsqueda de soluciones. El objetivo era claro pero el camino era largo.
Imagen: Consulta de la normativa

Dirigir un equipo ha sido una experiencia muy gratificante. Al principio todo era un poco confuso, pero pronto El primer paso fue organizar el trabajo y repartir las tareas. Asier Carro se encargó de realizar los cálculos, no podía ser de otra manera. Equilibró cargas, calculó secciones, y dibujó los esquemas de los cuadros principales. José David Sánchez fue quien se peleó con la normativa, buscó las características de las protecciones y nos ayudó con los esquemas unifilares. Andrés Fernández de Pinedo se encargó de dibujar los planos de planta en AutoCad, mientras yo dibujaba los cuadros secundarios. El trabajo no había hecho más que empezar. 

Después de las revisiones de cada hito con los profesores, tocaban las correcciones y entender un poco más la verdadera envergadura del proyecto. Había que trabajar más y mejor. Por la noche nos comunicábamos por Whatsapp para resolver dudas, comentar los trabajos que habíamos hecho individualmente y preparar todo para que al día siguiente pudiéramos ir dando forma a ese proyecto común. Un pasito más. Entrega de hitos, revisiones, y correcciones que iban enderezando un trabajo que cada vez era más sólido. Luego vino la redacción de la memoria del proyecto, el pliego de condiciones, y los presupuestos, en los que todos colaboramos describiendo los trabajos que habíamos ido realizando. Hubo que rehacer partes, ampliar conceptos y aprender a detallar con precisión lo que habíamos resuelto en la práctica. Un último esfuerzo. A veces el trabajo nos desbordaba, pero de alguna manera, cuanta más forma tomaba el proyecto, más motivados nos sentíamos.


Imágenes: Encuadernando el proyecto

Después de dos semanas, lo que empezó como un simple reto, acabó en un proyecto de 118 páginas y 22 planos que defendimos con cierto nerviosismo pero con ilusión, en una presentación ante un tribunal formado por profesores del centro.
Imagen: Producto final: Proyecto Técnico de electrificación de taller de fabricación mecánica

Ha sido una manera de trabajar increíble en la que hemos puesto en práctica todo lo explicado en las primeras semanas del curso. Sin duda, una buena manera de aprender, porque las experiencias nunca se olvidan.
Autora:
Victoria Fernández de Pinedo